Por Andrea Bizberg
@andreabizberg
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Foto: Octavio Aburto
Los manglares pertenecen a especies de árboles terrestres que por las difíciles condiciones ambientales, tuvieron que desarrollar adaptaciones para sobrevivir. Los bosques de mangle se encuentran en lagunas costeras, regiones muy propensas a inundaciones, que por tanto, generan bajas concentraciones de oxígeno en las raíces. Para luchar contra esas limitaciones, los mangles negros y blancos poseen raíces neumatóforos, es decir, raíces con un crecimiento aéreo que les permite el transporte de oxígeno necesario a las raíces inundadas. Por otro lado, los manglares, al encontrarse en zona costera tienen que resistir un fuerte oleaje y violentos huracanes, así el mangle rojo desarrolló fuertes raíces zancudas que le permiten anclarse al suelo lodoso. Estos ecosistemas forman una maraña de vida, en el limbo entre el mar y la tierra, en un punto de encuentro entre las aguas saladas y dulces y que implica por tanto, una tolerancia a las altas concentraciones en sales. Los mangles blancos y negros cuentan con glándulas de sal en las hojas que les permiten excretar ese mineral, absorbido en exceso por las raíces y que se cristaliza a la superficie de las hojas. El mangle rojo posee filtros salinos en las raíces, de tal manera absorben únicamente el agua dulce mediante una capacidad de succión muy importante. En otros casos, algunas especies de manglares acumulan el exceso de sal en las hojas muertas, al caerse, también eliminan la sal. Por último, dado que el agua dulce es difícil de obtener, los manglares han desarrollado estrategias para limitar su evaporación mediante hojas de aspecto brillante, muy gruesas, lisas y correosas, que limitan las pérdidas de agua.
Todas estas adaptaciones han hecho posible los paisajes infinitos de manglares que se extienden en las costas, refugio de muchas especies acuáticas, marinas terrestres y aéreas, y sede de importantes servicios ecosistémicos para el hombre.
Si bien los manglares han logrado sortear las condiciones adversas que les depara la naturaleza, frente al hombre no han encontrado adaptación alguna, que los haya salvado de la destrucción.
Fuente:
Alfonso SAN MIGUEL AYANZ. “Los Manglares”. Universidad Politécnica de Madrid. http://www2.montes.upm.es/dptos/dsrn/SanMiguel/APUNTES_PRESENTACIONES/SELVICULTURA TROPICAL/VIII.- Selvicultura Tropical. Manglares.pdf
Charles F. BOUDOURESQUE. “Structure et fonctionnement des écosystèmes benthiques marins. L’écosystème mangrove”. 2010. Centre d’Océanologie de Marseille. http://www.com.univ-mrs.fr/~boudouresque/Documents_enseignement/Ecosystemes_MPO_4_Mangrove_web_2010.pdf